Hooked on you, SAN DIEGO

Podríamos crear una escala con la que pudiésemos clasificar la nota que daríamos a un determinado lugar que acabamos de conocer, basado en nuestras sensaciones . Me encanta baremar las cosas, mis amigos lo saben bien jaja. Podría ser algo como:

1. No vuelvo ni aunque me lo paguen.

2. Ni chicha ni limoná.

3. Pues bueno, para ir una vez o una escapadita está curioso.

4. Mola como para repetir.

5. Me ha sorprendido y superado mis expectativas. See you soon!

6. Ojo! Me he quedado enganchada a este lugar. Hooked on you, San Diego

Porque sí, uno se puede enamorar de lugares también, y me atrevería a decir que más que enamorarnos de los lugares, nos enamoramos de cómo nos sentimos cuando estamos en ellos. Moverte por el mundo hace que conectes con rincones y grabes sensaciones que van a acompañarte siempre a partir de ese momento. Y es que realmente tenemos la capacidad de vincularnos a ellos para siempre. 

Un ejemplo claro es cómo te sientes cuando vuelves a tu casa, en mi caso, cuando voy en el avión aterrizando y ya veo la bahía de Santander, incluso a veces puedo ver la antigua casa de mis abuelos desde las alturas. Tengo también grabado el sentimiento que me nace cuando salgo por la puerta del aeropuerto de Sevilla y respiro; no me hace falta más para sentir profunda felicidad por volver y nostalgia por aquellos maravillosos años universitarios que quedaron atrás. Algo parecido, aunque no tan emocional, me ocurre con Cádiz, una tierra que me llena de magia, de alegría y de luz; de buen rollo. ¿Cómo no te vas a sentir enganchado a un sitio así? Tampoco se me olvida la primera vez que paseé por San Francisco, ciudad soñada, con gente que acababa de conocer y que luego se convertirían en mis amigos; ni tampoco mis primeros paseos con mis dos guías de la ciudad recién compradas, perdiéndome sola por sus cuestas empinadas, con mi música.

A partir de ahora, San Diego será otra ciudad añadida a mi lista de favoritos, o dicho de otro modo, tiene un claro 6 en mi baremo improvisadamente inventado. Mi lista de lugares favoritos que me transportan y me aportan. Por eso os animo a que contempléis San Diego como destino de parada obligada si venís a este lugar del mundo. Pues, como sabéis, SD muchas veces queda eclipsada por sus "cercanos" lugares también de parada obligatoria: San Francisco, Los Ángeles y Las Vegas.

Sólo he pasado 3 días en este rincón del mundo, aunque sé que volveré a pisarla más pronto que tarde.

Conocida como "la ciudad del sol de USA", está catalogada como la ciudad con mejor clima de todo el país. Aquí el espíritu TAKE IT EASY cobra sentido. San Diego tiene color, ambiente relajado, palmeras everywhere, gente en bañador, gorra y chanclas, ese océano Pacífico en el que te puedes bañar (¡Sin neopreno!) incluso en Noviembre, un histórico Old Town de cactus, comida mejicana, casas de origen español y carruajes de caballo; su bahía y sus campos de golf, deporte muy practicado en esta ciudad; pero, sobre todo, San Diego es sinónimo de surf.

Este ambiente surfero está presente en todas sus playas (playazas), con sus piers (embarcaderos), sus tiendas de surf que te invitan a gastar ese dinero que no tienes, y la gente descalza sacando sus skates a pasear. Y es que la gente de sol, arena y sal vive la vida con otro soul. 
Esta última descripción de rollo surfero se puede encontrar en más puntos de California, por supuesto, como en Santa Cruz, bien cerquita de aquí, al sur de San Francisco, en las famosísimas Santa Mónica y Venice Beach o en el condado de Orange County al sur de los Ángeles. Pero en el caso de San Diego... 116 km de playas convierten este ambiente en algo generalizado (o al menos así es como lo vivimos).

Mencionar también que San Diego es un sitio ideal para ir con niños, siendo Legoland, el famosísimo zoo de San Diego con sus osos panda y el primer SeaWorld del mundo sus mayores atractivos. 
Nosotros, en cambio, preferimos centrarnos en todo lo anterior.

Día 1. 

Nuestro avión salía a las 8.10 de la mañana desde San Francisco. Volábamos el 11 de noviembre, viernes festivo con motivo del Veterans Day, fiesta nacional. Después de hora y media de vuelo aterrizábamos en San Diego. El aeropuerto, sorprendentemente pequeño. Fue salir de él y estar rodeadas por palmeras y envueltas por aires de verano; la gente en sus pantalones cortos, que ya habíamos guardado en el norte de California. Directas al hostel a hacer el check in.

Sin duda alguna, me gustaría destacar y recomendaros nuestro hostal, USA HOSTEL OCEAN BEACH. Por un lado, es sin duda el hostal estéticamente más bonito en el que hemos estado nunca, y por otro lado, la ubicación era brutal. A 5 minutos andando de la playa de Ocean Beach, con el ambiente que os comentaba en párrafos anteriores. Incluso el propio conductor del Uber que nos llevaba a nuestro hostel nos dijo que nos quedábamos en una zona donde se vive permanentemente en verano, con el ambiente que ello implica, algo totalmente distinto al rollo que puedes encontrarte en el downtown. El mar, garitos de playa, las tablas de surf, la gente joven y no tan joven con sus camisas hawaianas. Y siempre con la gorra. ¡Que no falte la gorra!

El check in no podíamos hacerlo hasta las 3, así que desayunamos, alquilamos unas tablas de surf en el hostel, los neoprenos durante 4 horas en la tienda de surf de enfrente del hostel y nos fuimos equipadas a la playa de Ocean Beach. Había gente jugando al volley, otra tomando el sol, otra como nosotras probando suerte con las fuertes corrientes que había ese día y otra realmente surfeando aquellas olazas. El agua estaba tan buena que no era necesario el neopreno, algo impensable en San Francisco y alrededores, donde el agua está para transformar tus dedos en estalactitas.

Después de esto hicimos el check in, y sin ducha ni nada, fuimos para el Downtown. Tuvimos que cambiar el itinerario que llevábamos hecho porque estuvimos bastante tiempo en la playa, el checkin nos retrasó y hay que tener en cuenta que por mucho que SD tenga un clima envidiable, también anochece a las 5 de la tarde estando en pleno mes de Noviembre. Fuimos directas a ver el famoso Midway Aircraft, un impresionante portaaviones ahora en desuso y convertido en un museo que tiene que molar mucho ver.


Y de ahí nos dirigimos a ver la estatua de "el Beso" entre un marinero y una enfermera, muy cerquita del portaviones. Y es que, ¿qué mejor manera de simbolizar el fin de la guerra que con un beso? Pues esta estatua refleja la imagen tomada por un fotógrafo "El día de la victoria en Times Square", en la que su cámara capturó el momento en que un marinero y una enfermera celebraban con un apasionado beso el triunfo definitivo de las tropas estadounidenses sobre las fuerzas japonesas. La estatua de por sí es muy chula y digna de ver, pero lo es más aún si conocemos su significado. 

Tras esto paseamos por el embarcadero y vuelta a Ocean Beach a cenar y volver al hostal. Estuvimos esperando a que llegase nuestro amigo el que faltaba por llegar, que también volaba desde San Francisco pero llegaba a media noche. Así que estuvimos "alternando" con la gente del hostal en la terraza (motivo por el cual ir a hostels sigue siendo nuestro lugar preferido donde alojarnos en nuestros viajes), conociendo a gente agradable y viajera de todo el mundo ¡y así se nos fueron las horas!

Día 2.

Suena el despertador, desayunito en el hostal incluído, comentar un poco la noche y en ruta!

Fuimos directamente al Downtown, en concreto a un mercadillo que se hacen los sábados por la mañana en Little Italy (curioso que en tooodas las grandes ciudades haya un Little Italy oye!).

Andamos por el Downtown (la ciudad fantasma); nuestra teoría es que hacía un día tan bonito que la gente habría emigrado a la playa, ciertamente era el mejor plan, pero nosotros algo de pateo por el núcleo de la ciudad "teníamos que" hacer. Pero no, desde luego el Downtown no entra dentro de los encantos de San Diego, porque aunque tenga fama de tener un gran ambiente nocturno, como ciudad es bastante "sin más".

Pasamos andando por el teatro Balboa y llegamos andando hasta el Gaslamp Quarter, el centro histórico de la ciudad, lleno de tiendas, restaurantes y locales nocturnos. 

Tras esto cogemos un Uber que nos lleva al Old Town, lugar muy pintoresco, "cuco" y de relevante importancia por su historia, tanto que este es el lugar que vio nacer a California. Estas tierras eran habitadas por una tribu llamada Kumayaay, antes de la llegada en 1542 del explorador español Juan Rodriguez Cabrillo, convirtiéndose en el primer europeo en pisar la costa oeste. En 1872 la ciudad vieja era el centro de la ciudad de San Diego, establecidas varias familias hispano-mejicanas. En 1846 EEUU declara la guerra a México, que hasta aquel momento fue "dueño" de las tierras, anexionándose toda California. En 1851 comienzan a construirse nuevas casas, experimentando California una transformación política importante. Con la llegada del emprendedor americano Alonzo Horton, este decide cambiar la ubicación de la ciudad, construyendo la New Town más cerca del río y de la bahía de San Diego. Hoy día se conservan no sólo las casas que sobrevivieron a un incendio que devastó Old Town, sino también la primera escuela de California, un taller de herrería, o la imprenta del primer periódico del estado. A su vez, está lleno de mercados artesanales con productos mejicanos y cantinas a las que es difícil resistirse (y paramos claro; burritos y chimichanga pa'l body! A gloria nos supo todo).

Acabamos de comer en la cantina de Old Town, y fijándonos en nuestro planning y la hora que era, decidimos ir a Mission Beach Broadwalk, similar al Pier de Santa Cruz para quien haya estado. Rodeamos Belmont Park, un pequeño parque de atracciones donde se encuentra una montaña rusa realmente similar a la que nos encontramos en Santa Cruz. Paseamos por el Broadwalk playero (típica estampa californiana), y nos paramos en un beachclub lleno de jóvenes "malviviendo" con cócteles y cervezas mientras veíamos a unos chicos haciendo piruetas con sus tablas en un simulador de olas.

Seguimos mirando apurados el reloj, el anochecer parecía querer brindar ya su espectáculo, así que decidimos saltarnos Pacific Beach (que iba a ser nuestra siguiente parada) e ir directamente a La Jolla, ubicada más al norte. La Jolla es otra maravilla. Llena de urbanizaciones y "casoplones"; de hecho es una de las zonas más caras para vivir junto a la Isla de Coronado. Es una preciosa y salvaje zona, con sus olas rompiendo en los acantilados, los surfers cogiendo olas (aquí no vale con ser un mero principiante), la gente deteniéndose a mirarles, y a su vez, lleno de simpáticos amigos/as marinos a los que te puedes acercar tanto que puedes acabar literalmente rodeado por la familia entera de leones marinos. Ni zoos, ni SeaWorlds ni nada, ¡Así es como nos gusta ver a los animales!

El sunset avisaba de su llegada, pero el cielo estaba tan cubierto que poco pudimos disfrutarlo. De todas formas, fue una pasada acabar el día aquí. Estos son los puntos destacados de la Jolla que teníamos anotados por si os pueden resultar útiles:

• Scripps pier.
• Tree swings (9300-9308 Redwood Drive, La Jolla, CA 92037).
• Sunny Jim Sea Cave.
• La Jolla Shores Beach.
• La Jolla Cave (sea lions).
• Children’s Pool (seals).
• Ho Chi Mihn Trail (Hiking) to Blacks Beach (playa nudista). Este es un hiking que encontró mi amiga Ari y realmente parecía muy guapo por las fotos. No quedaba "a mano", sino un poquito más al norte, pero si hubiésemos tenido más tiempo lo hubiésemos hecho seguro porque tenía buena pinta.

Ahora estábamos listos para volver "al barrio", cenar por allí y dar comienzo a la noche. Ese día en el hostel se organizaba un Pub Crawl por nuestra zona en Ocean Beach (tour de noche/ ruta de bares), así que el plan era perfecto.

En la práctica, el Pub Crawl significó estar toda la noche en el mismo bar jajja. Ese día eran las finales de la UFC de McGregor y compañía; el bar era grande, con su terraza, lleno de pantallas y un ambientazo del copón. Estábamos todos pasándonoslo tan bien que nadie tuvo la necesidad de moverse. Muchas risas esa noche, el resto, ¡para nosotros queda!

Día 3

Era nuestro último día en SD, pero nuestro avión no salía hasta las 9 de la noche para volver a SF así que contábamos con todo el día para aprovechar. Después de desayunar, dejar la mochila preparada ya en consignas y hacer el check out nos pusimos en ruta. Directos a Balboa Park. 

Decir que Balboa Park es considerado la joya de la corona, el parque urbano más grande de los Estados Unidos con 400 hectáreas. Y no sólo es inmenso, sino que es un parque precioso. De hecho, Nosotros nos dedicamos a pasearle, conocer la villa española de arte y acercarnos a ver una zona de cactus que, por cierto, nos costó encontrar, y que resultó estar cerca del lugar donde se encuentra el órgano al aire libre más grande del mundo.

Esta es la oferta cultural que ofrece el interior de Balboa Park. Casi nada.

• Centro Cultural de la RazaEducación, espectáculos y exhibiciones de arte de origen mexicano, indígena, chicano y latino. (619) 235-6135
• House of Pacific RelationsPequeñas y encantadoras casas internacionales donde 31 culturas presentan sus tradiciones, su historia y su patrimonio. (619) 234-0739
• Japanese Friendship GardenSalón de té, estanque con carpas koi, jardín Zen, terraza panorámica, apacibles senderos para pasear. (619) 232-2721
• Marston HouseHistórica casa de 1905 correspondiente al período Arts and Crafts, con jardín inglés formal. (619) 298-3142
• Mingei International MuseumExhibiciones temporales dinámicas de diseño, artesanías y arte popular histórico y contemporáneo. (619) 239-0003
• Museum of Photographic ArtsMuseo de renombre internacional dedicado al arte de la fotografía, el cine y el video. (619) 238-7559
• Museum of San Diego HistoryExhibiciones permanentes y temporales sobre la historia de San Diego. Incluye una amplia colección fotográfica. (619) 232-6203
• Reuben H. Fleet Science CenterMás de cien exhibiciones interactivas. El IMAX® Dome Theater proyecta películas y espectáculos astronómicos.(619) 238-1233
• San Diego Air and Space MuseumLa historia de la aeronavegación desde los experimentos de Da Vinci hasta la exploración de Marte. (619) 234-8291
• San Diego Art Institute-Museum of the Living ArtistNueva exhibición de obras de artistas contemporáneos de San Diego. Abre cada 4-6 semanas. (619) 236-0011
• San Diego Automotive MuseumExhibiciones permanentes y temporales de automóviles y motocicletas de todo el mundo. (619) 231-2886
• San Diego Hall of ChampionsMuseo deportivo regional, cine y centro de medios de última generación. (619) 234-2544
• San Diego Model Railroad MuseumMaquetas a escala de recorridos ferroviarios y galería interactiva de trenes de juguete. Niños sin cargo. (619) 696-0199
• San Diego Museum of ArtEl principal museo de arte de la región presenta extraordinarias colecciones y magníficas exhibiciones temporales. (619) 232-7931
• San Diego Museum of ManMuseo de antropología con exhibiciones de distintas culturas del mundo, momias, logros científicos y descubrimientos arqueológicos. (619) 239-2001
• San Diego Natural History MuseumFascinantes exhibiciones de dinosaurios, pájaros, reptiles, insectos, plantas y mucho más. Proyecciones en pantalla gigante. (619) 232-3821
• San Diego ZooColección mundialmente famosa de más de 4000 animales exóticos, raros y en peligro de extinción. (619) 231-1515
• Spanish Village Art CenterUna encantadora plaza española rodeada de 37 estudios de arte agrupados en 5 gremios. (619) 233-9050
• Timken Museum of ArtImportantes pinturas de los grandes maestros de la historia, pinturas de artistas estadounidenses e íconos rusos. Entrada gratuita todos los días. (619) 239-5548
• United Nations BuildingAloja el centro educativo Eleanor Roosevelt Global Classroom y la tienda internacional de recuerdos. (619) 233-5044
• Veterans Museum and Memorial CenterUtensilios históricos, documentos, objetos de interés y arte de la época de la Guerra Civil hasta el presente. (619) 239-2300
• WorldBeat CenterArte y cultura afroamericanos presentados a través de música, danza, festivales y fabricación de tambores. (619) 230-1190

Después de visitar Balboa Park nos dirigimos a comer y pasar la tarde en la zona más cara de SD, la península de Coronado. Coronado está conectada con la ciudad por un largo puente conocido como "Puente del Coronado" (nunca lo hubiésemos adivinado jaja) y que cruza por toda la bahía de San Diego. La conductora del Uber nos explicó que esta zona es la más cara, aún más cara que la Jolla, no sólo por ser también preciosa y tener una playa impresionante, sino por ser una zona más pequeña de extensión, y por tanto más exclusiva.

La chica nos deja directamente en el famoso Hotel de Coronado, compramos comida para llevar y nos vamos al paseo de la playa a comer. Después de esto paseamos por el downtown de Coronado y sus tiendas y volvemos a la playa, esta vez a su orilla, para ver el sunset y acabar nuestra visita a San Diego con esta imagen. No sé si fue mera casualidad, suerte, o es algo bastante habitual en este lugar, pero en esta ocasión pudimos ver cómo se iba el sol con unos colores naranjas intensísimos y acto seguido en el lado opuesto ver salir la luna, (enorme, más grande que "la super luna" del día siguiente), con colores rosáceos y morados perfectamente difumidados entre ellos. Un espectáculo para quien le guste detenerse a apreciar esos momentos.

Lo que se nos quedó pendiente para la próxima, (recomiendo añadirlo a vuestro viaje si tenéis más días): Point Loma y Sunset Cliffs Natural Park + Pacific Beach-Crystal Pier.
Momento valoración final. Las sensaciones al irnos de San Diego son las que sientes cuando te vas de un sitio con el que haces un intercambio. Dejas una parte de ti para llevarte una parte de ese lugar. Sé que haré por volver pronto para llenarme de su energía y buen rollo, y espero que vosotros podáis disfrutar de este hermoso rincón del Pacífico en el que, a nivel personal, pensaría incluso en echar raíces, si no fuese porque valoro demasiado a la gente que tengo España como para tenerles tan lejos. Aunque en esta vida, ¡nunca se sabe!

TAKE IT EASY!

I can't sleep cause what if I dream

Of going back to San Diego...

(Blink 182. "San Diego")